Capitulo 16
3:06 p.m. Posted In Capitulo 16Ring.Ring.Ring.
Suena mi teléfono, es un mensaje lo leeré después, lentamente Bill va abriendo su boca y la mía a la vez, y siento como lentamente va introduciendo su lengua lentamente en mi boca recorriendo cada rincón de esta, cuando se topa con mi lengua empieza a acariciarla lenta y suavemente, después mi lengua entra hacia la boca de Bill y mi lengua pasa por su boca intentando memorizar cada espacio de esta, lentamente nos separamos y abro los ojos lentamente.
-Leila, ¿Por qué no contestaste el teléfono?
-Es que estaba haciendo mejores cosas- me sonrojo demasiado y Bill también- aparte es un mensaje, puedo leerlo después.
Estuvimos un rato abrazados y yo recargo mi cabeza en su hombro y el empieza a jugar con mi cabello.
-Y… ¿Qué opinas del beso?- me dice tímido.
-Pues…- largo silencio por parte mía.
-¿No te gustó verdad?- me dice triste.
-Sí me gusto, y mucho, es solo que al recordarlo siento miles de mariposas revoloteando en mi estomago- le digo tiernamente.
-Sí, aunque supongo que te han dado mejores- me dice desalentado.
-Que va, si contigo fue mi primer beso- digo seria.
-¿Enserio?- me dice ilusionado.
Yo solo asiento con la cabeza.
-Aww, eres una enana muy tierna ¿Sabias?- me dice apretujándome entre sus brazos.
Yo me sonrojo y el sigue abrazándome, en eso se pone frente a mí de cuclillas toma mis manos y me mira fijamente a los ojos y se acerca a mi, a tal punto en el que nuestras narices se rozan, toma una bocanada de aire y me mira serio con una pizca de nerviosismo que muestra en sus ojos.
-Leila, tu … me preguntaba si … tal vez tu quisieras …
-Si yo quiero … -digo alentándolo a que me lo diga.
-¿Quisieras ser mi novia?- me dice rápidamente y me aturde un poco
-No- dejo pasar unos momentos en los que Bill me mira triste y desanimado- No, tienes ni porque preguntarlo, ¡CLARO QUE SI!- digo sonriendo y tomándolo por el cuello y tal fue el impulso que tome que nos caemos los 2 al pasto y rodamos un poco sobre el rocío del pasto, Bill queda sobre mí y no tiene intenciones de moverse, y no quiero que lo haga, solo nos miramos fijamente y nos regalamos sonrisas, Bill se acerca lentamente a mí y posa sus labios cerca de mi oído.
-Gracias- me dice susurrando.
-¿Por qué?- también susurrando.
-Por existir.
-Mi existencia depende de ti.
-Sin mi tu como quiera existirías- me dice serio.
-No, solo estaría presente pero sin ningún propósito.
-¿Por qué lo dices?
-Existir es más complejo que estar presente. Estaría presente pero no viviría de verdad, estaría sin un propósito por el cual vivir.
Bill me mira con duda.
-No intentes comprenderme porque no lo lograras, solo debes de saber que tú eres el mejor propósito para existir que tengo- digo sonrojada.
Nos quedamos en silencio mirándonos fijamente y Bill baja su mano y me acaricia mi mejilla y me da un beso en la comisura de los labios y deja sus labios rozando tímidamente con los míos.
-Creo que es hora de que te lleve a tu casa, tus padres pueden estar preocupados- me dice susurrando.
-¿Qué hora es?- pregunto.
-Las 8:30 pm- me dice sonriendo y sin despegar sus labios de los míos.
-Aun es temprano, puedo llegar hasta las 10:30, así que nos quedan 2 horas para estar aquí- le digo sonriendo.
-¿Y si mejor vamos a mi casa? Porque está un poco frío y no quiero que te enfermes- me dice mientras se levanta y me tiende una mano.
-Como quieras- digo sonriendo, tomo su mano y me ayuda a levantarme, vamos tomados de las manos en busca de la frazada, el se agacha la toma y me la pasa por la espalda para que no sienta frio.
-Preferiría, que me abrases a que pongas la frazada sobre mí- digo tímidamente.
-Lo que la princesa quiera yo se lo concedo- me dice sonriéndome.
Me quita la frazada de encima y me abraza.
-Hey, yo aun tengo frio, ¿Te importa si pongo la frazada sobre nosotros?- me dice tímidamente.
-No hay problema- le digo sonriente.
Seguimos caminando hacia su casa abrazados y en silencio, en eso el se acerca lentamente hacía mi oído.
-Hace un momento empecé a darle a cada estrella del firmamento un motivo por el cual te quiero tanto… ¿Y sabes qué? Me faltaron muchas- me dice susurrando causándome escalofríos en la piel de mi espalda estremeciéndome levemente.
Me sonrojo un poco y Bill me da un fugaz beso en los labios, solo estampa sus labios contra los míos haciendo un sonido chistoso, y me sonríe. Vuelve a acercarse a mi oído y hace una fila de besos desde el inicio de mi quijada siguiendo la forma de esta hasta llegar a mis labios ahí se detiene y me mira a los ojos.
-Leila, ¿Sabes porque eres tan pequeña?- me dice sonriéndome de manera tierna.
-¿Porqué no comí todos mis vegetales de pequeña?- dije confusa.
-No bobita, es porque las flores más hermosas crecen más lento que la hierba.
Lo abrazo y le doy un beso en la mejilla que suena por el área, y me sonrojo, seguimos caminando en silencio y llegamos a su casa, el abre la puerta lentamente y estaban los chicos cenando en el comedor, nos miran y rápidamente dirigen sus miradas a nuestras manos entrelazadas y nos dedican miradas dudosas muy atónitos.
