Capitulo 3
8:38 p.m. Posted In Capitulo 3-Espero que no te moleste si me siento aquí-¡DIOS! Es el de la voz que me resulta muy conocida, lentamente volteo la cabeza, es el de mis sueños.
Tranquila Leila, tranquila, no hagas nada inscensato, solo habla con naturalidad.
-Claro que no hay problema- digo sin quitar mi grande sonrisa.
-Oh que bueno, me llamo Bill ¿y tú?
-Leila, me llamo Leila.
-Lindo nombre Leila, y dime ¿Eres de aquí de Leipzig? Es que como es un pueblo pequeño y nunca te había visto.
-Pues acabo de llegar apenas ayer.
-¿Ósea que te acabas de mudar?
-Pues sí, parece que transfirieron a mi papa o algo así aquí y pues nos vinimos con él.
-Oh, que genial ¿Y cuántos años tienes Leila?
-14 años ¿Y tú?
-15, pero me retrasaron un año junto a mi hermano no se porque.
-¿Y desde cuando están retrasados un año?
-Desde el kínder, no nos permitieron entrar a esa edad y entramos hasta el próximo año.
-Que mal, ir con pura gente menor, debe ser un poco aburrido ¿no?
-Pues la verdad no, porque como siempre ha sido así, te acostumbras a eso.
A lo lejos veo a Dylan salir del baño y como ve que hablo con Bill se hace el loco y se va a caminar un poco.
-Y dime Bill, ¿Qué tiene de divertido Leipzig para salir y distraerte?
-Pues muchos vienen al centro comercial, pero hay un lago muy bonito a las afueras y muy pocos saben de su existencia, siempre que voy esta vacio.
-Me encantaría conocer ese lago.
-Leila, ya me tope con nuestros padres y ya nos tenemos que ir- llega Dylan diciendo eso
-Ok, Bill ya me tengo que ir, luego nos vemos- le digo con una gran sonrisa.
-Claro, este pueblo es tan pequeño que es inevitable que no nos topemos algún día.
Dylan me ayuda con unas bolsas y partimos rumbo a nuestros padres, yo me volteo y le regalo a Bill una sonrisa el cual el también corresponde.
-¿Con quién hablabas Leila? Se supone que sabes que no debes de hablar con extraños- me dice mi madre un poco molesta.
-Es un amigo que conocí, parece que cuando entre a clases el estará en mi curso.
-Me alegro por ti Leila, que bien que ya estés haciendo amigos- me dice mi padre con una sonrisa.
-Pero Charles, ¿Acaso no vistes las pintas de ese muchacho?
-¿Qué tiene de malo su forma de vestir? ¿Acaso la gente también critica la tuya?- le dice mi padre
-Charles no te pongas del lado de la niña.
-Carina, no se trata de lados.
Ellos siguen discutiendo y yo me meto en mi mundo cuando me pongo los audífonos y me dedico a escuchar música el resto del camino hacia el auto y del centro comercial hacia la casa.
Rápidamente subo a mi cuarto con mis cosas para acomodarlas en el y guardar las converse en el armario.
Pegue todos mis afiches en las paredes, conseguí cortinas negras muy densas para que no pase la luz, para el baño compre muchas cosas de pececitos y coloque una alfombra también de pececitos para que no resbale saliendo del jacuzzi y otra más grande color gris en mi habitación.
-¡MAMÁ! Saldre a dar una vuelta al vecindario- le digo
Y no recibo respuesta alguna asi que lo Tomo como un “Claro hija, solo vuelves temprano para la cena”.
Fui a la cocina por una manzana, Tome una chaqueta de un pequeño armario con abrigos al lado del recibidor, meto la manzana en uno de los bolsillos y parto mi camino hacia el vecindario.
Todas las casas son iguales o más grandes que las mía, por lo que supongo que es un vecindario de gente adinerada, no hay nadie afuera por lo que puedo cantar libremente sin que la gente se me quede viendo con expresiones de sorpresa o desagrado.
-I dont wanna close my eyes, I don’t wanna fall asleep cuz ill miss you babe and I don’t wanna miss a thing, cuz even when I dream of you, the sweetest dream will never do cuz ill miss you babe and I don’t wanna miss a thing- yo cantando canciones viejas soy un asco.
-Bravo, que bien cantas Leila- me decia Bill, o almenos imagino que es el. Lentamente voy dándo la vuelta y si, es el.
-Que pena que me hayas escuchado cantar, y encima desafinada.
-¿Desafinada? Para mí eso se escucho muy bien.
-¿Seguro que no tienes problemas de audición?
-Mmm… Puede ser por el ruido de la guitarra de mi hermano, pero de ahí en fuera estoy bien
-De acuerdo, pero de esto ni una palabra a nadie, aunque no los conozca- dice en tono de suplica.
-Ok, y a todo esto, ¿Vives en este sector?
-Sí, vivo en la otra esquina.
-¿Enserio? Yo vivo enfrente.
-Bueno, almenos ya conozco a uno de mis vecinos, ya se a quien recurrir en busca de azúcar.
-Si, para cualquier cosa mi casa esta ahí cerca. Y dime, ¿El que fue por ti al centro comercial es tu ..?
-Es Dylan, mi gemelo..
-Wow, no se parecen tanto, bueno, debe ser por la diferencia de estilos, eso mismo me dicen a mí con mi gemelo Tom.
-¿TIENES UN GEMELO?
-Pues si.
-Que genial.
-Si, oye, ¿sigues con ganas de conocer el lago?
-Claro.
-Bueno, vamos.
Partimos hacia el lago, trato de memorizar el camino pero no puedo, el camino es silencioso y cuando llegamos al lago me quedo con la boca abierta.
